¿Cuántos juguetes necesita su hijo?
Los niños tienen que jugar y lo hacen casi siempre y en todas partes. Los padres están contentos y la tentación es grande de satisfacer el instinto de juego de este niño con muchos juguetes. Además, dar regalos es divertido y los abuelos, tías o tíos suelen venir a la vuelta de la esquina con juguetes nuevos sin que se los pidan. Luego, la abundancia en el vivero está preprogramada. Los juguetes se amontonan y entonces sucede algo que ninguno de nosotros tenía exactamente en mente: el niño simplemente deja de jugar. Si echamos un vistazo crítico a la habitación, rápidamente nos damos cuenta de por qué. Hay demasiado de todo. El niño pierde la vista general y ya no puede encontrar un punto de partida. Ahora limpiar y ordenar ayuda y surge la pregunta: ¿Cuántos juguetes necesita realmente mi hijo?
La calidad es crucial, no la cantidad.
Es casi como en todas partes en la vida, no cuánto es la pregunta real, sino qué. Básicamente, los niños no necesitan muchos juguetes, siempre que se elijan de manera que cumplan con los siguientes criterios:
- Apropiado para la edad: los niños menores de 2 años básicamente necesitan poco o ningún juguete. Usas lo que puedas por igual. Por lo que puede suceder que el verdadero atractivo de un primer regalo de cumpleaños elegido con cariño sea el colorido papel de regalo y el juguete permanezca allí sin ser visto por el momento.
- Variable: Los juguetes son pedagógicamente valiosos si no se definen con demasiada claridad en su aplicación. Un ejemplo clásico son los bloques de construcción, que son tan versátiles que pueden usarse para casi cualquier juego. Aquí, como padres, se les pide que armen una buena base con la que su hijo pueda experimentar muchos juegos diferentes.
- Clasificación: Al comprar juguetes, los padres imaginan que al niño le gustará. Pero ese no es siempre el caso. Por lo tanto, limpiar con honestidad es imprescindible. ¿El niño todavía juega o juega con los juguetes? ¿Dónde están realmente los intereses? Es simplemente inútil: si a su hijo no le gusta hacer rompecabezas, por ejemplo, no importa qué tan buenos sean los rompecabezas para su desarrollo, el niño simplemente no lo hará. Así que deshágase de él y deje espacio para otros juguetes geniales que también se utilizan.
Dejar un comentario