Juguetes educativos de Natureich para jóvenes y mayores - Parte 2: Prevención de la demencia digital en adultos
Demencia en personas de diferentes edades.
La demencia es una enfermedad en la que el rendimiento mental se pierde gradualmente. Esta enfermedad está particularmente extendida en forma de demencia senil en personas mayores de 65 años. La forma más común de demencia es la enfermedad de Alzheimer, en la que las células cerebrales mueren, especialmente a una edad avanzada, lo que conduce a una reducción de las capacidades cognitivas.
Sin embargo, no solo los ancianos se ven afectados por la demencia. La demencia también puede ocurrir en personas jóvenes o de mediana edad. La pérdida de rendimiento mental puede deberse a varios mecanismos. En la demencia primaria, las células cerebrales mueren por diversas razones. En las demencias secundarias, la demencia se produce como resultado de una enfermedad subyacente como la depresión, la deficiencia de vitaminas o una infección. Sin embargo, nuestro comportamiento y hábitos cotidianos también influyen en si desarrollamos demencia o no y en la gravedad de la enfermedad.
La influencia de nuestros hábitos en el desarrollo de la demencia.
Ciertos factores de riesgo, como fumar, una dieta poco saludable y un estilo de vida sedentario, pueden aumentar el riesgo de desarrollar demencia. Actividades como trotar el cerebro, ejercicios de destreza, actividad física, ser consciente de varios estímulos sensoriales y aprender cosas nuevas pueden, por otro lado, contrarrestar la demencia.
En el primer artículo de esta serie sobre la demencia, describimos que el cerebro se puede entrenar como un músculo mediante varios estímulos sensoriales. Recibir diferentes estímulos y afrontar nuevas tareas promueve la creación de nuevas conexiones entre las células nerviosas.
Un estudio ha demostrado que diversas actividades y entrenamientos pueden mantener el rendimiento cerebral durante mucho tiempo, incluso con daño físico progresivo de las células nerviosas. Esto muestra que nuestro comportamiento y hábitos cotidianos tienen una gran influencia en el desarrollo de la demencia y que la gravedad y las consecuencias de dicha enfermedad pueden verse muy influidas por nuestro comportamiento.
El cerebro quiere alimentarse de estímulos. Si llegan muy pocos estímulos y se procesan en el cerebro, se pierde el rendimiento cognitivo y esto puede promover el desarrollo de la demencia, a cualquier edad. Pero no solo es relevante la cantidad de estímulos, sino también el tipo de estímulos que recibe el cerebro para procesar.
El impacto de los medios digitales en nuestra salud
Nuestra vida cotidiana en el siglo XXI está muy condicionada por los medios digitales, el trabajo con pantallas y el uso de pantallas táctiles. El hecho de que estos hábitos influyan en nuestro procesamiento de la información e incluso en nuestro rendimiento cerebral ha sido demostrado en diversos estudios en los últimos años.
En Corea del Sur hace algún tiempo se observó que los adultos jóvenes tenían cada vez más problemas de memoria, atención y concentración. Además, las personas se volvían cada vez más aburridas emocionalmente. El desarrollo de estos síntomas similares a la demencia en adultos jóvenes fue tan preocupante que se realizaron estudios médicos para determinar la causa de este fenómeno.
Los médicos de Corea del Sur encontraron que los adultos examinados habían reducido la satisfacción con la vida mediante el uso de medios digitales y que su capacidad para mostrar compasión y empatía había disminuido. Al mismo tiempo, aumentaron las quejas como miopía, trastornos del sueño, ansiedad y depresión. Enfermedades como la obesidad, la diabetes, las malas posturas y las adicciones también se encuentran cada vez con mayor frecuencia. En este contexto, se introdujo el término demencia digital.
Demencia digital en adultos jóvenes
Las células Nev de nuestro cerebro cambian constantemente. Se construyen, reconstruyen y desmantelan en función de cómo los usemos. Se crean nuevas conexiones cuando aprendemos cosas nuevas y las conexiones antiguas se rompen cuando ya no se utilizan.
La forma en que aprendemos y, en general, experimentamos el mundo a través de nuestros sentidos tiene un impacto en el procesamiento de la información en el cerebro. Si se abordan más sentidos, los hechos se procesan más profundamente y se aprenden más rápidamente. Las habilidades sensoriomotoras juegan un papel especial en esto. Entendemos el mundo agarrando y tocando cosas.
Cuando sentimos los fenómenos del mundo con nuestros sentidos y los percibimos con la mayor intensidad posible, esto deja huellas más fuertes en nuestro cerebro a través de estímulos más intensos. Por ejemplo, entendemos mejor y más rápido el contenido de un texto leído si pasamos el dedo por el papel mientras leemos y señalamos lo que se ha leído. Si podemos tocar un objeto, podemos recordarlo mejor que si solo viéramos una foto.
Tanto en niños como en adultos, la profundidad del procesamiento de la información en el cerebro está influenciada por la forma en que se percibe sensualmente. Esto se ha investigado en psicología durante varias décadas. La comprensión sensoriomotora juega un papel especial en esto. Sin embargo, con los medios digitales, esta comprensión sensual no es posible, porque solo se utilizan un mouse, un teclado y una pantalla táctil, por lo que toda la información se siente igual para el sentido del tacto. La profundidad de procesamiento es menor cuando se utilizan medios digitales.
Prevenga la demencia digital con juguetes analógicos
Los estudios científicos han demostrado que el uso intensivo de los medios digitales puede provocar síntomas de demencia incluso en los jóvenes. La atención y el rendimiento de la memoria disminuyen e incluso la sustancia cerebral disminuye. Dado que las computadoras y otros medios digitales nos liberan de mucho trabajo intelectual y la percepción sensoriomotora sensorial es muy unilateral, existen efectos negativos en nuestro cerebro.
¿Cómo se puede contrarrestar este fenómeno? Con menos tiempo frente a la pantalla y más actividades en el mundo analógico, donde nos rodeamos e interactuamos con personas reales. A través de actividades que nos desafíen mentalmente y a través de actividades que atraigan a tantos sentidos como sea posible, especialmente nuestro sentido del tacto (habilidades sensoriomotoras). Las superficies de madera son menos lisas y, por tanto, más variadas para nuestro órgano táctil que las pantallas táctiles y los teclados. Jugando con nuestro colorido Juego de mesa Halma hecho de madera apela a varios sentidos y aporta variedad a la vida cotidiana, que está dominada por los medios digitales. Puedes pedirlo en nuestra tienda.
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