"La prueba del malvavisco" - Los efectos de la fuerza de voluntad
Más confianza y resiliencia
Solo unos años después del experimento, Mischel descubrió nuevos hallazgos. Los niños que pudieron influir en su percepción, controlar su autocontrol y así tener paciencia para esperar, lograron controlarse mejor en la edad adulta. En comparación con los niños que alcanzaron la golosina en muy poco tiempo, pudieron demostrar una mayor confianza en sí mismos. También se demostró que un mayor nivel de competencia social y resistencia al estrés era beneficioso. La capacidad de posponer las recompensas también se demostró claramente más tarde en la forma en que vivían los niños.
En sus hallazgos, Mischel afirma que la fuerza de voluntad se considera una competencia clave y está relacionada causalmente con la competencia emocional. De esto concluye que el autocontrol es de fundamental importancia para la acción socialmente adaptada. Al controlar nuestra percepción, también mejoramos nuestro autocontrol, pero la mediocridad correcta es de gran importancia aquí. Demasiado o muy poco control puede ser un desafío. Pero, ¿dónde están las fuentes de una mejor fuerza de voluntad? ¿Se puede aprender esto o es incluso genético? Mischel responde a estas preguntas con el hecho de que las personas son definitivamente capaces de adoptar diversas estrategias para mejorar el autocontrol.
Siempre existe la posibilidad de cambio
"" La parte del cerebro que está al frente, directamente detrás de la frente. Aquí es donde se sienta la imaginación, el control de los impulsos y la capacidad de imaginar el futuro. A esto lo llamo el Sistema Frío. A diferencia del Sistema Caliente, no es reflexiva, pero reflexiva. Se nos permite resolver problemas de manera diferente en lugar de sólo reaccionar reflexivamente. ""
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